jueves, 23 de abril de 2009

Vístete de prisa y olvídate, olvídate de mí

Si un día contrato los servicios de una prostituta y la llevo a mi casa y, después de tener relaciones sexuales, ella me dice que se ha enamorado de mí, yo tendría que recodarle que acordamos que le pagaría S/.20.000 a cambio de sus caricias, que no me venga con historias sobre la pasión y la amistad. Mientras preparo café, le diría: "Vístete de prisa y olvídate, olvídate de mí". Tendría también que advertirle algo así como "Mi mujer está al llegar". No se puede creer en esas historias de amor a primer polvo, considerando que todo lo que nos uniría sería un taxi, un teléfono y un striptís.

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