miércoles, 29 de abril de 2009

Westphalen o Borges pero no los dos al mismo tiempo



Un día, hace ya algún tiempo, Toño me contó que la Sofi le hábía pedido que compusiera para ella un tema que fuera aire. Me quedé con la metáfora entre ceja y ceja. Hay un poema de Westphalen que, en esa misma onda, es agua, es agua corriendo. Aquí les va:
Un árbol se eleva hasta el extremo de los cielos que lo cobijan
golpea con dispersa voz
el árbol contra el cielo contra el árbol
es la lluvia encerrada en tan poco de espacio
golpea contra el ánima
golpea con las ramas la voz el dolor
no hagas tal fuerza por que te oigan
yo te cedo mis dedos mis ramas
así podrás raspar arañar gritar y no solamente llorar
golpean con la voz
pero tal levedad me hiere
me desola
no te creía de tal ánimo
y que no cabes en el espacio
cómo golpea el árbol al árbol el árbol
agua
y navegan los rojos galeones por la gota de agua
en la gota de agua zozobran
acaso golpea el tiempo
otra gota
agua
la garganta de fuego agua agua
matado por el fuego
la llamarada gigantesca
maravilloso final
muerto sin agua en el fuego
la mano arañaba el fuego
la mano
y nada más que sangre agua
no sangre fuego último fuego
definitivo fuego
las gotas cuentan otra cosa
nadie cuenta las gotas
las lágrimas son de más perfecta forma
su música más suave apagada
el rostro de una niña alumbra una lágrima con su luz suave apagada
la lluvia llora en todo el espacio
anega su alma su música
golpea otra ánima sus hojas
las gotas
las ramas
llora el agua
el tiempo se cuenta con las gotas el tiempo
la música dibuja el cielo
camina sobre el agua la música
golpea el agua
ya no tengo alma ya no tengo ramas ya no tengo agua
otra gota
aunque me ahogue
ya no tengo alma
en la gota se ahogaron los valientes caballeros
las hermosas damas
los valientes cielos
las hermosas almas
ya no tengo alma
la música da traspiés
nada salva al cielo o al alma
nada salva la música la lluvia
ya sabía que más allá del cielo de la música de la lluvia
ya
crecen las ramas
más allá
crecen las damas
las gotas ya saben caminar
golpean
ya saben hablar
las gotas
el alma agua hablar agua caminar gotas damas ramas agua
otra música alba de agua canta música agua de alba
otra gota otra hoja
crece el árbol
otra hoja
ya no cabe el alma en el árbol en el agua
ya no cabe el agua en el alma en el cielo en el canto en el agua
otra alma
y nada de alma
hojas gotas ramas almas
agua agua agua agua
matado por el agua

En un cuento de Borges, Stephen Albert le pregunta a Yu Tsun cuál es la única palabra que no se puede mencionar en un acertijo cuya respuesta es "ajedrez". Yu Tsun responde: la palabra "ajedrez".
Creo que en literatura hay dos opciones extremas y no puntos medios: o ésta, borgiana, en la que es más importante leer entre líneas, o ésa, westphaleana, en la que la repetición por la repitición nos hace llegar a lo profundo, nos hace ir hacia adentrOOOOOOoooooooo........

lunes, 27 de abril de 2009

así te extraño sin puntos finales sin puntos aparte sin puntos te extraño sin puntos porque no sé dónde comienzas y dónde terminas en mí te me pierdes entre las venas entre las líneas del esfuerzo te me pierdes entre la carne entre los dedos en el frío del suelo que mis pies resienten en el silencio de la casa en todo lo que se parece a ti y no se parece a ti en las plumas en el agua en el estudio entre los libros y las letras así te extraño

domingo, 26 de abril de 2009

La gripe

Leí en el periódico, esta madrugada, sobre la epidemia de gripe porcina que ya ha matado a 20 personas en México y que amenaza en convertirse en pandemia. En las fotos que acompañan al artículo, las personas, llevan, casi todas, máscaras. Las autoridades sanitarias han pedido a la población que evite las aglomeraciones. Los partidos de fútbol, este fin de semana, se van a jugar sin público. Los jóvenes salen a bailar a las discotecas por la noche con sus máscaras puestas. Lo cierto es que lo primero que se me vino a la mente fue Alicia viajando a Rep. Dominicana, a una feria del libro donde seguramente hay representantes de México. Pensé decirle que no se le ocurra darles la mano y menos besos, que ésta es una de las sugerencias que ha hecho el ministerio de salud mexicano. Sentí la larva del pánico esta madrugada. Como cuando el insomnio no hace sino volvernos locos.
Sobre este tipo de noticias, estamos sujetos a lo que los medios de comunicación nos informen. Y aunque voy a llamar a mi amiga Ana María que vive en el DF para preguntarle cómo está, qué ondas, por lo pronto, lo que tengo es el periódico. Después de la primera preocupación, visualicé un mapa de América y la epidemia como una mancha color amarillo tomándose el continente, desde México hacia texas, california... hacia el sur también. Pensé un mapa, no gente, y aun así me sentí tristemente vulnerable. Imaginé un nuevo aislamiento de este continente al que se le da geográfica, social y naturalmente estar aislado.
La última pandemia de gripe mató alrededor de 40 millones de personas entre 1918-1919 (algunas versiones sostienen que los muertos llegaron a los 100 millones). La mayoría murió en un período de 16 semanas. Al parecer, las movilizaciones de gente, durante la primera guerra mundial, ayudaron a que la enfermedad se propagara con más rapidez. Lo cierto es que, décadas después, en los cincuentas, un científico llamado Hultin realizó estudios a partir de los tejidos de cadáveres de personas muertas por la gripe en los Estados Unidos. La intención del científico en ese momento fue revivir el virus para poder encontrar la cura. No lo logró. Más de cuatro décadas después, otro científico llamado Taubenberger llegó hasta Alaska en donde, de una fosa común, desenterró un cadáver de una mujer obesa, cuya grasa había preservado sus pulmunes y tuvo mejores resultados. Esta práctica fue criticada porque no existía ninguna garantía de que el virus no se propagase nuevamente. No estoy sugiriendo que la actual epidemia tenga alguna relación directa con la epidemia de 1918, estoy a años luz de poder afirmar tal cosa con conocimiento de causa. Sólo que leer sobre el tema me hizo sentir vulnerable, aún más vulnerable de lo que me sentí cuando visualicé la mancha amarilla sobre América después de leer el periódico. Y resulta inevitable, al pensar en científicos que necesitan fondos para realizar sus investigaciones (incluso con buenas intenciones), pensar de dónde sale el dinero.
"The constant gardener" ("El jardinero fiel") de Fernando Meirelles es un película basada en una novela de John Le Carré. La historia se desarrolla en Kenia. Es una película que les da duro, como se lo merecen, a las transnacionales farmacéuticas. Todos los habitantes de Nairobi que recibían un tratamiento para el sida ofrecido por una gigantescayhorripilantecompañíafarmacéutica debían obligatoriamente hacerse un tratamiento contra la tuberculosis (aunque no estuvieran enfermos). Esta compañía tenía la certeza de que una pandemia de tuberculosis afectaría al mundo en los próximos años e hicieron de África su laboratorio del patio de atrás. Todo esto con la venia de los gobiernos de todos los países involucrados. Hay gente de mierda en este mundo. Siempre ha habido y seguirá habiendo.
No me interesa adentrarme en el laberinto de las teorías conspirativas porque no me gusta, a pesar de que a veces no queda otra. A mí, desde donde estoy, no me queda sino esperar que esta epidemia que nos afecta y nos involucra a todos sea tratada con toda la seriedad del caso. Que el bolsillo de unos cuantos no sea la prioridad. Que la vida nos siga importando a todos.
La verdad es que tengo miedo.

Post miminuto: abril aguas mil

-Esta madrugada fui a dejar a Alicia al aeropuerto. Se fue a Rep. Dominicana porque la invitaron a dar una conferencia sobre literatura ecuatoriana, a propósito de la feria del libro que se lleva a cabo en Sto. Domingo. De vuelta en casa, leí el periódico porque se me fue el sueño (es raro estar en la casa sin Alicia, con la certeza de que el día se va a terminar y ella no va a estar). Luego me quedé dormida y dos horas después me desperté. Prendí la tele. Vi un partido de la liga italiana (todo el mundo juega en el Milán, todo el que ha dejado de estar de moda -a excepción de kk, quizá-, pero todo el mundo al fin). Después fui a votar al Central Técnico. Mientras fui estudiante de la Católica, me convocaron para formar parte de las juntas receptoras del voto en todas las elecciones que hubo. Ya en las dos últimas votaciones, no me han llamado. Bendito. Voté por Correa.
-Alicia se llevó unos cuantos libros de escritores ecuatorianos porque la embajada ecuatoriana se los encargó. Pobre, su maleta pesaba una barbaridad. Y claro, en seguida pienso lo poco o nada que conozco sobre escritores dominicanos. Lo poco o nada que nos leemos en América Latina. De no ser por el internet, nos leeríamos mucho menos. Sabemos, porque eso pasa en el Ecuador, que se produce mucho, pero que nos leemos poco entre nosotros. Leemos lo que nos interesa, nos interesa lo que conocemos y conocemos lo que se nos parece (muy jungianamente, incluso aquello que odiamos en el otro, es lo que odiamos de nosotros mismos). En fin, creo que estoy intentando pasarme de lista. Mi propósito es leer.
-Estoy oyendo Cat Power. Me gusta la voz de esta mujer. La simpleza de lo que hace. No atosiga. Deja que uno esté. Eso es tan difícil. Hay una versión acústica de "Sea of love" en youtube, pero no tengo idea de cómo se hace para pegar, en el post, videos de youtube. Si pueden, chequéenla. Alicia me dijo que si yo no le contaba que las entradas de abril 23 tienen que ver con canciones, no le hubiese hecho ningún sentido lo que escribí. ups. En todo caso: se trataba de un tema de la Orquesta Mondragón y otro de Treat her right (yo he oído la versión de Morphine).

Me distraigo con este post y con cat power y dando explicaciones de los posts viejos y no me doy cuenta que comienza a llover en Quito. Recogimos la ropa a tiempo, nena. Pero me mojé.
Ojalá tu gripe haya desaparecido.

jueves, 23 de abril de 2009

Vístete de prisa y olvídate, olvídate de mí

Si un día contrato los servicios de una prostituta y la llevo a mi casa y, después de tener relaciones sexuales, ella me dice que se ha enamorado de mí, yo tendría que recodarle que acordamos que le pagaría S/.20.000 a cambio de sus caricias, que no me venga con historias sobre la pasión y la amistad. Mientras preparo café, le diría: "Vístete de prisa y olvídate, olvídate de mí". Tendría también que advertirle algo así como "Mi mujer está al llegar". No se puede creer en esas historias de amor a primer polvo, considerando que todo lo que nos uniría sería un taxi, un teléfono y un striptís.

I think she likes me. That's what I think

Si un día entro a un bar y alguien me invita un trago y yo acepto y esa persona me ve como si yo le gustara y coqueteamos y me cuenta cosas sobre su vida y después yo le invito un trago y seguimos conversando y su mano roza mi brazo y miro su piel porque me la muestra, voy a pensar, sin lugar a dudas, que le gusto. Y si luego su cónyuge llega con cara de pocos amigos y me reclama que cómo así le invito un trago, yo tendría que responderle que creo que le gusto. Que eso es lo que creo.
Y si su cónyuge saca una pistola, amenazante, yo sonreiría y pensaría "¿por qué no me contó que está con alguien?". Pero sobre todo pensaría: "Creo que le gusto. Eso es lo que creo".

martes, 21 de abril de 2009

Carta de amor

En portugués:

Todas as cartas de amor são
ridículas.
Não seriam cartas de amor se não fossem
ridículas.

Também escrevi em meu tempo cartas de amor,
como as outras,
ridículas.

As cartas de amor, se há amor,
Têm de ser
ridículas.

Mas, afinal,
só as criaturas que nunca escreveram
cartas de amor
é que são
ridículas.

Quem me dera no tempo em que escrevia
sem dar por isso
cartas de amor
ridículas.

A verdade é que hoje
as minhas memorias
dessas cartas de amor
é que são
ridículas.

(Todas as palabras esdrúxulas,
como os sentimentos esdrúxulos,
são naturalmente
ridículas.)


En español:

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fueran
ridículas.

En mis tiempos también escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, en fin,
sólo las criaturas que no han escrito nunca
cartas de amor
son las que son
ridículas.

Quién volviera a aquel tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy
mis recuerdos
de esas cartas de amor
son los que son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículos.)


Álvaro de Campos


Carta de amor

Hacia ti va mi cuerpo.
Hacia ti voy. En ti me quedo. De ti me salgo sólo para volver a entrar con el deseo al revés, patas arriba, con el deseo vuelto deseo.

Hay una cama a la que siempre quiero volver. Tu cama. Hay una piel que no es piel, que es alas de mariposa entre mis dedos. Tu piel. Hay una oscuridad en la que abro bien los ojos y en la que huelo todo el universo concentrado. Tu oscuridad.

Hacia ti voy. Carnada. Hacia ti voy.

Esto es lo que alcanzo a decir, moris.