domingo, 4 de octubre de 2009

La negra


Esta madrugada se murió la negra Sosa. Con Alicia, nos pusimos a escuchar las canciones que tenemos en el iTunes cantadas por esta mujer, sobre quien yo juraba, cuando era chiquita, que se llamaba Alfonsina. Algunas veces vi a la negra cantar sobre un escenario. La vimos con Alicia la última vez que estuvo en el Ecuador en el 2007. Ese mismo año, el auto parqueado en la casa de la Floresta de la Flo, me rompieron el vidrio y se robaron la radio y un huevo de discos que tenía ahí -john lennon, fiona apple, fito páez, the cure, madonna, uno de mercedes que se llama, como la canción de Charly, De mí, entre otros-. Al parecer el choro fue el vecino de la Flo, un dealer al que le debe haber parecido de mal gusto el Macorina de Chavela Vargas, porque fue el único disco que me fue dejando, hijodelagrandísimaputa. Pero se llevó el de la negra. Y bueno, algo tiene la voz de esta mujer, así como su actitud, que incluso al dealer hecho el bacán del depar de abajo de la Flo le pareció pertinente llevárselo.
En ese disco, De mí, están algunos de los hits de la negra cantados en vivo y hay una canción que es sin duda de mis favoritas por la Sosa, se llama "Retrato". De los Inti Illimani, va sobre una mujer, de corazón de miel, que, al ser arrasado su pueblo por los militares, se desgarra los pies trabajando y ayudando. Hasta desaparecer. Es una canción acuosa. Retrato, porque sólo en la última línea se menciona la muerte de esa mujer, su vida es lo que verdaderamente cuenta y el condumio de la canción. La militancia de la negra a través de la música -anacrónica, para unos cuantos; para otros, renovada al incluir en su repertorio las canciones de los más roqueros de América Latina- fue sin duda su propia vida. Su muerte es, por suerte, la última línea de una canción larga, larga y hermosa. Y aunque su voz fue envejeciendo, no dejó de cantar nunca. Hace unos meses, al regresar de Puerto Rico, la Flo me hizo escuchar la canción que los Calle 13 grabaron con la negra y que tenía emocionado al vocalista de esa banda. Canción sobre los niños de la calle. Su voz de anciana cansada me hizo enternecer al pensar que no hubo silencio nunca en su vida. Al menos no cuando se trataba de denunciar las mierdas en este continente. Las hay tantas que a veces no pensamos en ellas, porque creemos que el cielo es de ese color.
El otro día, leía un artículo en una revista sobre una de las tantas tribus juveniles de la sociedad latinoamericana contemporánea. Artículo "cool" que reivindicaba a una cierta raza de chamos "cool" que no hacen nada más que mirarse al espejo y tomarse fotos. Bacán. Se vale todo, citando a los ya mentados Calle 13. Puedo imaginarme lo que esos chamos ven cada vez que se paran frente al espejo de su baño. Lo que estoy lejos de imaginarme es lo que habrá visto la negra en el suyo. Sospecho que mucho más que su figura gorda y llena de gracia.

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