viernes, 28 de mayo de 2010

Sobre el concierto de Robi Draco Rosa y BB en Quito

HDP CHCHtM
Las personas que asistimos ayer al concierto de Robi Draco Rosa, al que, en primera instancia, iba a abrir la banda ecuatoriana Biorn Borg, estamos con la sangre en el ojo. A última hora, a los BB les dicen que no van a abrir el concierto, sino a cerrarlo. Primer síntoma de que algo andaba mal. Segundo síntoma: llegamos a ese lugar tan difícil de encontrar, el punto g, discoteca en donde se iba a llevar a cabo el concierto, y resulta ser que a todas luces, para uno, gente de a pie que no organiza conciertos ni por el estilo, el lugar resultaba pequeño para un show como el de Draco. Luego, el chisme que había empezado a circular desde temprano el día de ayer: la desorganización en la producción del espectáculo era evidente para todos los que pusieron un pie en el punto g antes de que se abrieran las puertas al público. A los Biorn Borg los trataron mal. No les dieron camerino, ni un vaso de agua. Cuando reclamaron, les dieron por camerino un pasillo por donde pasaba todo el mundo, como en los peores días de nuestros hospitales públicos.
Cuando salió RDR al escenario, todos los malos presentimientos se olvidaron. Lo que no sabíamos los que estabamos adentro es que afuera a muchas muchas personas con sus tickets en mano les prohibieron la entrada porque ya no cabía más gente... Lo que no sabían los que estaban afuera es que a los que estábamos adentro no nos dejaban salir, porque estos hijos de mala madre se cagan en el consumidor de espectáculos, pero cuidan sus culos súper bien. Si querías comprar una botella de agua adentro, tenías que pagar $2. Si querías una lata de Redbull, tenías que pagar $6. Seguramente por esto, no podíamos salir.
Draco cantó dos canciones y se fue. Yo pensé: "pobre, le estarán poniendo oxígeno". Mas no. Los bomberos y el o la intendente estaban afuera. "Evacuarán breve, evacuarán breve". Y a ellos este cuestionamiento: ¿por qué esperar a que el concierto comience, para hacer algo? ¿Es de verdad sideral la desconexión de algunos o qué CHCHS?
El de Show Factory, la empresa que desorganizó el espectáculo, un tal Carlos Hidalgo (homónimo del Carlitos Hidalgo, pana), falsificó un permiso para que el concierto se pudiera llevar a cabo.
Basta. Nadie, ni Robi Draco, ni Carlos Hidalgo, ni el dueño de la discoteca, se paró en el escenario a dar una explicación al público. Ese silencio infame es lo que queda del concierto. Habrá que romperlo de algún modo. HDP CHCHtM

2 comentarios:

  1. ke tragiko el asunto..... afuera habia komo 5o personas .,...todos kon entradas... y la policia adentro no era kapaz de dar una axplikacion de lo ke iba a pasar.... despues kuando la gente ya se puso kaliente por la situacion empezo a empujar las puertas y los "señores" policias empezaron a amenazar a la gente de afuera en lugar de hacer algo kon los organizadores...

    ke asko de la aktuacion de la intendencia y la policia....

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  2. Es pendejo que organizó no es capas de organizar ni una parrillada para su familia. En realidad fue una estafa total, como se les ocurre hacer este show en ese bar ?? Sí ya de por sí ni como bar es bueno mucho menos para este evento. Lo que quiero es que me devuelvan los 35 dólares que gasté para estar ahí dentro!!!!!

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