martes, 2 de junio de 2009

poetas muertos


Este blog empezó alrededor de Blanca Varela y su muerte. La tesis la terminé hace un mes más o menos. Y desde entonces he estado en los trámites burocráticos pertinentes. Espero defenderla pronto, si no muero antes por la cantidad de plata que hay que pagar para poder obtener un título en la puce. Ahora voy a escribir un artículo sobre Club 7 (en realidad ya lo empecé, pero quedó estancado por la tesis), el colectivo de poetas ecuatorianos, que publicó su único libro como tal en 1954. Uno de los integrantes de este colectivo es David Ledesma Vázquez. Poeta que se suicidó muy joven, ahorcándose con una corbata amarilla, y sobre quien volveré en algún momento. Lo cierto es que a propósito de este artículo, leí la obra completa de Ledesma (que me regaló mi amigo Jorge I. hace un tiempo ya, junto con otros libros de poetas ecuatorianos) que publicó la casa de la cultura ecuatoriana. Uno de los poemarios de Ledesma, Los días sucios (publicado en un libro junto con poemarios de Ileana Espinel y Sergio Román), lleva un epígrafe de una poeta uruguaya, Idea Vilariño. El epígrafe reza: "la sucia sucia sucia luz del día".
Idea Vilariño murió el 28 de abril de 2009, pocos días antes de la muerte de otro poeta uruguayo, contemporáneo suyo y bastante más popular que ella, Mario Benedetti. Ella tenía 88 años y no soportó el postoperatorio de una cirugía debido a una oclusión intestinal (oclusión es una palabra que nunca he buscado en el diccionario, pero creo que encierra, en su propia pronunciación, su significado). En la misma onda de la Varela y quizá más radicalmente, Idea se rehusaba a dar entrevistas y a que su obra fuera promocionada. Fue profesora de literatura, crítica, traductora y compositora de canciones. Existe un documental de 1998 dirigido por Mario Jacob, que se llama Idea sobre esta poeta, documental que me muero por ver (si es que alguien tiene una Idea de cómo llegar a él, le quedaré eternamente agradecida). Fue amante de Onetti. Los hermanos de Idea se llaman: Poema, Azul, Alma y Numen. Su padre fue un poeta y anarquista gallego.
Aquí, un poema de Idea:
Decir no
decir no
atarme al mástil
pero
deseando que el viento lo voltee
que la sirena suba y con los dientes
corte las cuerdas y me arrastre al fondo
diciendo no no no
pero siguiéndola.
Aquí, otro poema de Idea:
Cuando compre un espejo para el baño
voy a verme la cara
voy a verme
pues qué otra manera hay decíme
qué otra manera de saber quién soy.
Cada vez que desprenda la cabeza
del fárrago de libros y de hojas
y que la lleve hueca atiborrada
y la deje en reposo allí un momento
la miraré a los ojos con un poco
de ansiedad de curiosidad de miedo
o sólo con cansancio con hastío
con la vieja amistad correspondiente
o atenta y seriamente mirarme
como esa extraña vez -mis once años-
y me diré mirá ahí estás
seguro
pensaré no me gusta o pensaré
que esa cara fue la única posible
y me diré ésa soy yo ésa es idea
y le sonreiré dándome ánimos.
Aquí, un enlace para oír la voz de Idea: http://www.youtube.com/watch?v=22KjkmLKX3Q
La muerte de David Ledesma tiene un trasfondo roquero. Sabemos lo que sufrió. Sabemos su circunstancia. Sabemos que estaba a punto de cumplir los 27.
La muerte de Benedetti conmovió a todos, yo incluida, por supuesto. Recuerdo unos poemas suyos cantados por Nacha Guevara que, hace unos años, me hicieron sonreír de profunda alegría.
La muerte de Varela fue la muerte de Varela y fue, en su momento, como diría un narrador borgiano, lo único que ocurrió en el mundo.
La muerte de Idea aconteció un día en que yo no sospechaba que Idea moriría.
Uno de sus poemas termina con estos dos versos:
No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.

2 comentarios:

  1. Me tienes que mandar el articulo sobre el Club7, cuando lo tengas-- qué interesante--- y que buena postal haces sobre Idea V. que bueno que tengas otro amigo que se llama Jorge I.

    ResponderEliminar
  2. De uña te mando el artículo. Con respecto a mi amigo Jorge I., eres el único (aunque suene a baladapop). Cuando trabajábamos en el engling, fui depositaria de un montón de libros de poesía que creo que, a su vez, tu suegro te había dado. Creo que al Pablito Larreátegui también le regalaste uno.

    ResponderEliminar