sábado, 18 de julio de 2009

¿Jackass o el arte posmoderno?

El otro día, estábamos la Flo, el Juampi, el Charli y yo haciendo tiempo para entrar a un concierto de Biorn Borg en El Aguijón. Vamos a pegarnos un trago. Entramos a una hueca recomendada por el Juampi, nuevo burócrata que, como tal, ya conoce algunas huecas para los momentos de esparcimiento ciudadano con sus congéneres del ministerio. En el mentado lugar, de cuyo nombre no puedo acordarme, había una pantalla de televisión (dos pantallas, en realidad, pero yo sólo podía ver una... pensándolo bien, no era tan hueca, era un lugar priri dicent). Estaban pasando un episodio de Jackass. Antes, yo no había visto un episodio completo de Jackass, no por hecha la bacán, sino porque de verdad el cuerpo no me lo permitía. Jackass me superaba. Y sí, he de admitir que sí me desesperaba un poco ver cómo estos hombres exponían el físico. Esa noche, haciendo tiempo para el concierto de BB, a medias escuchando y participando de la conversa con los panas, a medias viendo Jackass, me fui aficionando del programa. De repente, me pego una carcajada monumental que hizo que mis tres acompañantes, sincrónicamente, me regresaran a ver e, ipso facto, regresaran a ver a la pantalla de televisión. En ese momento, uno de performers (¿?) del programa estaba regando -por su ano- toda la cerveza que unos momentos antes le habían introducido con una manguera en el ano mismo. Fue demasiado chistoso. La "poética" de Jackass reducida en un sketch: el de la cerveza en el ano. Mientras se la iban metiendo, yo pensaba: "qué imbécil, se puede hacer mucho daño, le están metiendo cantidades industriales", pero cuando empezó a botar el trago por el culo, me superó y no pude evitar carcajearme mal de la risa. Todos huían del hombre grifo. Fue demasiado chistoso.
El otro día, fui a Librería Rayuela -con mi sobrina Titi que vino a pasar unos días a Quito- a ver qué de nuevas. Me encontré con un libro al que apenas revisé, un libro de arte. De expresiones posmodernas de arte. Abrí en cualquier página, como suelo hacer con los libros objeto. Cuando en eso... zassss, me encuentro con la foto de un artista, llucho, echado en el suelo como bebé y de su ano saliendo un chorro de pintura azul que caía sobre un lienzo, asimismo, en el suelo. La intención de este artista era lograr manchas pollockianas, pero salidas de su propio cuerpo. El índice, que diría Philippe Dubois.
¿Jackass o el arte posmoderno? Averfff.
Siempre que voy a Rayuela me quedo viendo La metéfora viva de Ricoeur y no me la compro porque me parece excesivamente cara. Terminé comprándole un libro sobre anatomía -para niños- a la Titi, que quiere ser doctora. "¿No te da asco la sangre?" "Claro que me da asco, pero voy a aprender a trabajar con ella".

1 comentario: