viernes, 3 de abril de 2009

Post miminuto: Suicidios

La muerte llega.
1. Estoy leyendo El zorro de arriba y el zorro de abajo de Arguedas. Él sabía que la muerte llega. Ésta, que es su última novela, está intercalada con sus diarios. Dice sobre unas pastillas con las que intentó suicidarse infructuosamente en 1966: "Las píldoras -que me dijeron que mataban con toda seguridad- producen una muerte macanuda, cuando matan. Y si no, causan lo que yo tengo, en gentes como yo, una pegazón de la muerte en un cuerpo aún fornido". El otro día me enteré que en algún momento algún don güevón había sugerido que Arguedas se suicidó porque otro escritor peruano había dicho de él que era un escritor provinciano ¿?
2. Hace unos días, el suicidio de un mago conmovió a buena parte de la población quiteña. Hablo de él sólo porque en internet su hermano colgó su carta de despedida; de otro modo, creo que no me atrevería. Me siento, de algún modo, autorizada. Igual, hablar no es decir mucho. Aunque una vez en mi vida crucé palabra con él, yo no lo conocía. Tenía mi edad. Lo cierto es que puedo decir que casi todos los días desde que me enteré de su suicidio, pienso en él. O en su suicidio.
3. En "Invasiones bárbaras", la película canadiense, el personaje principal se opone radicalmente a estos dos hombres, a Arguedas y al mago, porque su cuerpo no es el cuerpo fornido apegado -por cualquier motivo: físico o intelectual- a la muerte. Su cuerpo es el cuerpo deteriorado por la enfermedad y gordo. Escoge la eutanasia.
Escoger la muerte.

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